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Experimentar una mayor somnolencia diurna durante un periodo de cinco años se vincula con el doble de riesgo de desarrollar demencia durante esa etapa entre las mujeres mayores de 80 años.
Esa es la conclusión de un estudio liderado por Yue Leng y Sasha Milton, de la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos), y publicado en ‘Neurology’, la revista médica de la Academia Americana de Neurología. El trabajo no prueba que la somnolencia diurna cause demencia, sino que muestra una asociación.
“El sueño es esencial para la salud cognitiva, ya que permite que el cerebro descanse y se rejuvenezca, mejorando nuestra capacidad de pensar con claridad y recordar información”, apunta Leng.
El sueño diurno excesivo como señal de alerta
Como decíamos, diversos estudios han encontrado que la somnolencia diurna excesiva en personas mayores de 80 años podría estar relacionada con un mayor riesgo de desarrollar demencia. Aunque es común que el sueño cambie con la edad, sentir mucho sueño durante el día puede ser un indicador temprano de deterioro cognitivo.
Los investigadores han observado que quienes duermen más de lo habitual en el día pueden presentar una acumulación de placas de beta-amiloide en el cerebro, una característica típica del Alzheimer. Además, el sueño interrumpido durante la noche puede provocar estos episodios de somnolencia, afectando la capacidad del cerebro para eliminar toxinas y mantenerse saludable.
El impacto del sueño en la salud cerebral
El sueño juega un papel fundamental en la función cognitiva, permitiendo al cerebro consolidar recuerdos y eliminar desechos metabólicos. Cuando una persona mayor experimenta un aumento de la somnolencia diurna, podría estar reflejando alteraciones en estos procesos esenciales.
Algunas de las posibles causas incluyen:
- Trastornos del sueño como la apnea obstructiva
- Reducción en la calidad del sueño nocturno
- Cambios neurológicos asociados con el envejecimiento
- Consumo de ciertos medicamentos que afectan la vigilia
Los expertos recomiendan que quienes experimenten somnolencia o sueño excesivo durante el día consulten a un especialista para evaluar posibles trastornos y recibir un diagnóstico adecuado.
Cómo prevenir el deterioro cognitivo
Si bien no se puede evitar completamente la demencia, existen estrategias que pueden ayudar a reducir el riesgo, especialmente en adultos mayores:
- Mantener una rutina de sueño saludable: Dormir entre 7 y 8 horas por noche y evitar siestas prolongadas
- Realizar actividad física regular: El ejercicio favorece la oxigenación del cerebro
- Estimular la mente: Juegos de memoria, lectura y aprendizaje de nuevas habilidades ayudan a mantener el cerebro activo
- Tener una alimentación equilibrada: Una dieta rica en antioxidantes y ácidos grasos omega-3 contribuye a la salud cerebral
- Controlar enfermedades crónicas: La hipertensión, la diabetes y otras afecciones pueden aumentar el riesgo de deterioro cognitivo
El sueño es un factor clave para el bienestar en la vejez, por lo que identificar problemas, como la somnolencia, a tiempo, puede ser crucial para prevenir complicaciones futuras.
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