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En los últimos meses se extendió la tendencia de llevarnos la comida sobrante de un restaurante con el fin de evitar el desperdicio alimentario. De hecho, todos los restaurantes cuentan con tápers para ofrecer esta opción.
Sin embargo, es importante que tengamos en cuenta cómo mantener el táper limpio, sobre todo cuando se trata del plástico, ya que puede contener suciedad y otras bacterias.
Seis de cada diez españoles comen fuera de casa
Según datos de una encuesta de la Federación de Usuarios-Consumidores Independientes (FUCI) publicada en 2013, seis de cada diez españoles comen fuera de casa cada día. De estos seis, el 37% se llevaban la comida de casa, una tendencia que sigue creciendo.
En 2022, un nuevo estudio de FUCI confirmó esta tendencia, ya que los precios de comer fuera de casa han aumentado hasta una media mensual de 217 euros. Hay varias razones para llevarse comida casera en el trabajo, como el ahorro económico y la salud. Ante esta situación, recurrimos a los tápers.
En cambio, preparar la comida en casa permite un mayor control sobre los ingredientes y la cantidad de sal y azúcar que se consume. Es importante tener en cuenta que los tápers deben mantenerse limpios y en buen estado para evitar la contaminación de los alimentos y la liberación de sustancias orgánicas que pueden ser perjudiciales para la salud.
¿Cómo podemos saber qué tapers son los adecuados?
El uso de tápers adecuados es esencial para evitar la migración de partículas contaminantes de plástico en los alimentos y prevenir posibles daños a la salud.
La normativa europea exige que estos lleven una serie de símbolos que indiquen para qué usos están pensados, como el símbolo de una copa y un tenedor que indica que el túper es adecuado para contener alimentos, o el de unas rayas en zigzag que señala que el túper soporta bien el calor y puede ir en el microondas. Además, es importante comprobar que el material del táper no esté degradado.
Aunque la Unión Europea ha desarrollado una normativa para asegurar que los materiales de los táperes no liberan sustancias tóxicas, es esencial utilizar los tápers adecuados y desechar aquellos que no los cumplen. De lo contrario, puede producirse la migración de elementos tóxicos y provocar efectos desconocidos en la salud.
¿Cuándo decir adiós a un táper?
Sin embargo, incluso en recipientes convencionales pueden surgir señales que sugieren que es hora de jubilarlos. Esto puede deberse a daños mecánicos o corrosión causados por la acción conjunta del calor y compuestos corrosivos presentes en alimentos o productos de limpieza.
En cualquiera de los casos, la superficie del recipiente puede verse alterada, creando áreas inaccesibles para la limpieza normal. Estas áreas pueden retener restos de alimentos que promueven el crecimiento de bacterias o hongos, lo que puede provocar contaminación microbiana y, por lo tanto, una intoxicación alimentaria. Por lo tanto, debemos estar atentos a las cuatro señales que indican que es hora de jubilar nuestro recipiente y reciclarlo en el contenedor adecuado.
Las señales para deshacernos de los tápers usados incluyen cortes u otras imperfecciones que puedan suponer un riesgo para los alimentos, manchas o restos de alimentos que no se pueden eliminar, incluso dejándolos en remojo en agua caliente y jabón, el uso de productos abrasivos o calor directo que puedan haber dañado la superficie, y la dificultad para cerrarse correctamente sin esfuerzo.
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