La tecnología permite detectar el estrés hídrico en las plantas de forma económica

Un nuevo proyecto permite detectar y realizar un seguimiento al estrés por sequía que sufren las plantas, de forma económica, fácil y rápida.

Esto surge para poder aplicar dichas soluciones en zonas remotas, ecosistemas naturales y países en vías de desarrollo. El cambio climático agrava cada vez está situación, y los cultivos son testigo de ello.

Los autores del trabajo son los expertos Sergi Munné-Bosch y Sabina Villadangos, de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona.

Nuevas oportunidades para seguir el estrés por sequía en las plantas

Aunque ya existen diferentes técnicas de detección y seguimiento de la sequía en las plantas, tanto sencillas como complejas y caras, el mundo sigue afectado cada vez más por la falta de recursos hídricos.

El caso, es que aquellos países con menores recursos económicos, son los que más afectados están. Como es el caso de los países más pobres, que están en África, y que tienen las regiones áridas y subáridas más extensas del mundo.

Por ello, los investigadores han presentado unas técnicas accesibles para aplicar con equipamiento básico de laboratorio. De esta forma se podría analizar diversos parámetros sobre tasas de crecimiento, contenido hídrico de hojas de plantas, sus pigmentos, la viabilidad de hojas con la prueba de tetrazolio, etc.

"Con estos indicadores, podemos tener una idea completa de cuáles son las especies de plantas mejor adaptadas a un clima en concreto, o cómo un cultivo determinado responde a las condiciones cambiantes de una región determinada en el contexto actual de cambio climático", indica Munné-Bosch.

"Todas estas medidas son muy sencillas de llevar a cabo. Además, se puede formar un equipo especializado con muy poco tiempo que pueda desarrollar medidas de forma rápida y eficiente. Y, además, se pueden implementar a un coste muy bajo, de manera que son unas aproximaciones viables en todo el mundo", apunta el investigador.

Así funciona el clásico de la prueba del tetrazolio

Se trata de un método para evaluar el efecto que causa la sequía en las plantas. Gracias a ello se detectan varias cosas:

• Célula, tejido u órgano de los vegetales, vivo o muerto.
• Indicador de longevidad.

De esta forma, se puede emplear dicha técnica para programas de gestión y conservación de la biodiversidad, y más en el contexto de crisis climática que vivimos actualmente.

Además, la investigación para conocer como se adaptan las plantas a las nuevas condiciones ambientales no para de crecer como la espuma.

"Este trabajo contribuye a comprender mejor la respuesta de las plantas a la sequía en un contexto de cambio climático y, además, puede ser muy útil para programas de gestión de la biodiversidad", detalla la investigadora Sabina Villadangos. Que además, es accesible, y fomenta la coordinación entre países para los cambios globales que se avecinan.