Lectura fácil
Un reciente estudio sobre los restos óseos del buque de guerra inglés Mary Rose, hundido en 1545, ha revelado que la lateralidad, es decir, si una persona es diestra o zurda, puede influir en los cambios químicos que experimenta la clavícula a medida que envejece. Esta investigación, dirigida por Sheona Shankland de la Universidad de Lancaster, ha sido publicada en la revista PLOS ONE y proporciona nuevos conocimientos sobre la salud y la actividad de la tripulación del famoso barco.
Contexto histórico del Mary Rose
El Mary Rose formó parte de la armada Tudor bajo el reinado de Enrique VIII y se hundió durante una batalla contra los franceses en el Solent en 1545. El barco fue recuperado en el siglo XX y, gracias a la excelente conservación de los artefactos y restos humanos, los investigadores han podido examinar en detalle las condiciones de vida y salud de los hombres que formaban parte de la tripulación.
Los estudios realizados en los restos de estos marineros, que tenían entre 13 y 40 años, ofrecen una visión única sobre la biología de la época y cómo el entorno y la actividad física pueden influir en la salud ósea.
Metodología del estudio
Para llevar a cabo el estudio, Shankland y su equipo utilizaron una técnica innovadora llamada espectroscopia Raman, que permite analizar la composición química de los huesos de manera no destructiva. Se centraron en las clavículas de los marineros, ya que estas son cruciales para la movilidad de la parte superior del cuerpo y son propensas a fracturas.
Los resultados mostraron que el contenido mineral de las clavículas aumentaba con la edad, mientras que el contenido proteico disminuía. Este patrón fue más evidente en las clavículas derechas, lo que sugiere que la mayoría de la tripulación era diestra y, por lo tanto, utilizaba más su lado derecho en tareas repetitivas relacionadas con la navegación.
Implicaciones de la lateralidad en la salud ósea
La investigación también apunta a que la prevalencia de la diestrosidad en la tripulación pudo haber afectado la química de sus clavículas. En el siglo XVI, ser zurdo era frecuentemente asociado con la brujería y desaconsejado, lo que podría explicar la baja representación de zurdos en el barco. Shankland afirma: “La conservación de los huesos y la naturaleza no destructiva de la técnica nos permite aprender más sobre las vidas de estos marineros y amplía nuestra comprensión del esqueleto humano”.
Asimismo, Jemma Kerns, coautora del estudio, destacó que este trabajo no solo enriquece el conocimiento sobre la vida de los marineros en el siglo XVI, sino que también aporta información relevante para la salud contemporánea. Adam Taylor, otro coautor, concluyó que estos hallazgos abren nuevas líneas de investigación sobre la mineralización de la clavícula, un hueso fundamental en la estructura del cuerpo humano y comúnmente afectado por fracturas.
El estudio del Mary Rose no solo ofrece una ventana al pasado de la armada Tudor, sino que también proporciona insights valiosos sobre la salud ósea y los efectos de la lateralidad en la química de los huesos a lo largo del tiempo. Esta investigación destaca la importancia de considerar factores como la lateralidad al estudiar la salud y el envejecimiento, lo que podría tener implicaciones significativas en el ámbito de la medicina moderna y la prevención de enfermedades relacionadas con la edad.
Añadir nuevo comentario