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Hace unas semanas vengo haciendo un curso de Parto Positivo para prepararme antes de dar a luz a mi segundo bebé. El caso es que este curso de preparación al parto resalta la importancia de transformar el entorno para facilitar un parto favorable, creando un entorno íntimo y seguro. Y me gustaría compartir con vosotras una enseñanza sobre los "anclajes sensoriales" son una técnica que involucra cada uno de nuestros sentidos para promover la relajación y la calma tan importante en el proceso de parto (y embarazo). En particular, el sentido del olfato se convierte en una herramienta poderosa, y los aceites esenciales son una forma efectiva de lograr este estado. Además de su aroma, los aceites tienen propiedades que afectan positivamente al organismo.
En este artículo, exploraremos el uso de aceites esenciales en el embarazo, parto y posparto en colaboración con expertas en el tema.
¿Qué son los aceites esenciales?
Los aceites esenciales son moléculas volátiles que se extraen de plantas aromáticas. Estos aceites se obtienen de diversas partes de la planta, como hojas, flores, ramas y resina.
La destilación al vapor se considera el método óptimo para preservar las propiedades de la planta sin el uso de disolventes y garantizar la integridad de las moléculas.
La elección de aceites de alta calidad es esencial para aprovechar sus beneficios terapéuticos y evitar riesgos. Se recomienda buscar aceites 100 % puros, sin aditivos ni diluciones, preferiblemente con certificaciones de calidad y pureza.
Uso seguro de aceites en el embarazo
Para utilizar aceites esenciales de manera segura durante el embarazo y el parto, es fundamental elegir aceites que te agraden y relajen. Además de promover la relajación, los aceites pueden aliviar diversas molestias comunes en el embarazo, como dolores de espalda, hemorroides, acidez, dolor de cabeza e insomnio.
Es importante tener en cuenta que no todos los aceites son seguros, por lo que se deben seguir pautas específicas.
- Lavanda: Ideal para relajarse y promover la regeneración de tejidos. Es beneficioso para la tensión nerviosa y tiene propiedades antiinflamatorias. No obstante, podría reducir la presión arterial, lo que debe considerarse si se elige la epidural o se es hipotensa.
- Rosa Damascena: Conocido como la "reina" de los aceites, se asocia con la fertilidad, el amor y la belleza. Tiene un efecto positivo en el ánimo, ayuda a combatir la depresión y aporta armonía. También mejora las hemorragias uterinas y puede reducir el dolor durante el parto.
- Cítricos (Naranja, Bergamota, Limón, etc.): Estos aceites relajan y ayudan a reducir el dolor. Son estimulantes y vigorizantes, despejando la mente y aportando frescura. Sin embargo, son fotosensibles y no deben aplicarse antes de la exposición al sol.
- Incienso (Boswellia Carteri): Ayuda a combatir el dolor y la ansiedad durante el parto, al tiempo que aumenta la conciencia espiritual y combate el estrés.
- Salvia Esclarea: Debe utilizarse después de la semana 37. Regula las contracciones del parto y relaja la mente, acortando el trabajo de parto. No se conocen efectos adversos en su uso.
- Geranio (Pelargonium graveolens): Calma y reduce la presión arterial, actuando como un tónico astringente, relajante y regulador hormonal.
Además de los mencionados, otros aceites que se consideran seguros durante el embarazo incluyen Ylang Ylang, Rosa búlgara, árbol del té, menta (para las náuseas) y pimienta negra. La pimienta negra, en particular, es recomendada para aliviar el dolor durante el parto.
Cómo usarlos en el embarazo y el parto
Para crear un anclaje olfativo y asociar el aceite esencial con la relajación, se recomienda utilizarlo durante la escucha de grabaciones de hipnoparto o ejercicios de respiración. Puede usarse de diversas formas:
- Uso tópico (Masaje): Diluir el aceite esencial en aceite de almendra dulce o de semillas de uva y aplicarlo en la piel. Se recomienda una gota de aceite esencial por cada 5 mililitros de aceite portador. También se pueden masajear puntos reflejos en los pies.
- Baños con aceites: Añadir de 1 a 3 gotas de aceite esencial a una cucharada de Sales de Epsom o leche vegetal antes de agregarlo al agua del baño.
- Inhalación: Puede realizarse directamente desde la botella o utilizando un pañuelo o un difusor de aire frío o vaporizador. Sin embargo, no se debe usar el difusor durante más de 10-15 minutos en una hora.
- Ingesta: No se recomienda ingerir aceites durante el embarazo sin el asesoramiento adecuado.
Aceites no seguros en el embarazo y el parto
Existen aceites que no se consideran seguros durante el embarazo y el parto debido a sus efectos potencialmente adversos, que pueden incluir estimular contracciones, ser tóxicos o aumentar la presión arterial.
Algunos de los aceites no seguros incluyen Salvia, Albahaca, Nuez Moscada, Citronela, Romero, Canela, Jazmín, Tanaceto de Idaho, Hisopo, Hinojo, Tarragon, Gaulteria, Sasafrás, Alcanfor amarillo y Mejorana.
Aceites esenciales en el posparto
En el posparto, los aceites pueden utilizarse para gestionar emociones, reducir el estrés y combatir la depresión posparto.
El incienso es particularmente beneficioso debido a sus propiedades inmunológicas y antidepresivas. Si comienza la lactancia, se pueden utilizar algunos aceites, pero se deben evitar aplicar en el pezón y aplicar después de la toma.
Es fundamental recordar que cada persona es diferente, y es esencial usar aceites con precaución. Siempre consulta a un profesional de la salud o un asesor de aromaterapia antes de utilizar aceites esenciales durante el embarazo, el parto o el posparto. Los aceites de calidad y las prácticas seguras garantizan beneficios terapéuticos mínimos y riesgos mínimos.
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