Lectura fácil
Muchas veces, desconocemos el efecto que puede llegar a provocar un intenso trauma en la vida de una persona. Puede llegar a traducirse en trastornos psicológicos y emocionales, en una incapacidad para hablar e incluso en lo que se conoce como amnesia anterógrada. Todos ellos, forman parte de los mecanismos de gestión y protección que tiene nuestro cerebro ante información que no es capaz de procesar. Sin embargo, estos mecanismos muchas veces traen consecuencias difíciles.
Consecuencias como la amnesia anterógrada, que hace referencia a un tipo de amnesia en el que la persona que la padece es incapaz de poder retener información nueva al momento en el que se ha producido el trauma, o al momento en el que ha sufrido una lesión, otra fuente causante. De esta forma, podemos llegar a perder nuestra capacidad de aprender cosas nuevas, ya que nuestro cerebro es incapaz de gestionar nueva información como lo hacía antes.
La amnesia anterógrada
Es importante puntualizar que la amnesia anterógrada puede causarse por eventos fortuitos, como padecer un ictus, trastornos neurológicos o enfermedades que puedan derivar en ella. "La dificultad está en aprender nuevos eventos o sucesos, a partir de un momento concreto. Yo tengo una vida normal, pero de repente sufro un accidente de tráfico. Ese evento ha tocado mi hipocampo y las neuronas que se encargan de guardar información ya no lo hacen".
Así explica José Félix Mozo, neuropsicólogo del Instituto de Rehabilitación Neurológica (IRNEURO), la forma en la que la amnesia anterógrada interfiere en nuestros procesos de aprendizaje. El cerebro se queda tocado por lo ocurrido y deja de funcionar con "normalidad".
Pero, ¿Cómo se manifiesta la amnesia anterógrada? El experto explica en una entrevista recogida por el medio digital 20minutos, que: "La persona no se siente identificada con su identidad, es decir, se produce una ausencia autobiográfica; también pueden ocurrir pequeños olvidos y despistes entre información similar". Estas variaciones se deben a que la gravedad de la amnesia puede variar ampliamente según las circunstancias de cada paciente.
"En patología más grave, la persona puede llegar a introducir contenido informativo que no es real. Es decir, como tengo una laguna de memoria y no recuerdo bien, tiendo a inventar", añade el neuropsicólogo. A pesar de las dificultades que plantea este tipo de amnesia, es posible aplicar tratamientos y terapias de rehabilitación que consigan hacerle frente.
¿Se puede llegar a curar?
El tratamiento y la recuperación de la amnesia anterógrada dependerá ampliamente de la causa subyacente y pueden incluir terapias de rehabilitación y estrategias de manejo de la memoria. En las nuevas corrientes de la neurociencia, se presta más atención a aquellos que no son farmacológicos, y se exploran todo tipo de ejercicios para recuperar la memoria y se busca el apoyo de la familia y el entorno del paciente, para activar la neuroplasticidad cerebral y poder tener así una opción de recuperación.
Añadir nuevo comentario