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Autismo España ha señalado que las conclusiones del reciente estudio sobre la proteína CPEB4 son "interesantes", pero ha advertido que "aún no aseguran el desarrollo de un tratamiento eficaz ni aplicable de manera universal".
La organización recordó que, en 2018, científicos del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona realizaron un estudio utilizando como referencia las bases de datos de la Simons Foundation Autism Research Initiative (Sfari). Este portal web recopila y organiza información genética vinculada al autismo, clasificando los genes identificados como "de riesgo" según la evidencia científica disponible.
Las alteraciones en la proteína CPEB4 y genes asociados al riesgo de autismo idiopático
En dicho estudio, los investigadores concluyeron que ciertas alteraciones en una secuencia de la proteína CPEB4 estaban relacionadas con la mayoría de los genes señalados en la base de datos como asociados al riesgo de autismo idiopático, es decir, aquellos casos cuya causa es desconocida o no se puede atribuir a mutaciones genéticas claramente identificadas.
Para obtener estos resultados, los científicos trabajaron con modelos de ratones que presentaban desequilibrios similares, con el objetivo de replicar los efectos y los fenotipos vinculados al autismo.
Factores ambientales
Este grupo de investigación, compuesto por el mismo equipo científico, ha publicado recientemente un segundo estudio (García-Cabau et al., 2024). En este nuevo trabajo, también llevado a cabo utilizando modelos en ratones, se centran en explorar y tratar de comprender el mecanismo por el cual la alteración en la proteína CPEB4 podría estar relacionada con la desregulación de genes vinculados al autismo. Según explican, su hipótesis, que aún requiere ser probada, plantea que durante el desarrollo embrionario, es decir, durante el embarazo, ciertos factores ambientales o estresores, como la exposición a un virus, podrían desencadenar esta alteración en la proteína CPEB4. Así lo destaca la organización Autismo España, subrayando la relevancia de esta línea de investigación para profundizar en las causas y procesos relacionados con el autismo.
Objetivo
Su objetivo actual es evaluar, inicialmente en ratones modificados genéticamente para simular el autismo, si la administración de los ocho aminoácidos codificados en la secuencia específica de la proteína CPEB4 puede influir en su comportamiento y disminuir los rasgos característicos del autismo en estos animales, explica el comunicado.
En este contexto, Autismo España destaca que estas hipótesis "deben ser validadas primero en modelos preclínicos, que incluyen experimentos con animales y estudios celulares, antes de ser sometidas a ensayos clínicos en humanos. Aunque estos estudios permiten identificar posibles efectos, no siempre reflejan con precisión cómo responderá el organismo humano a las intervenciones. Los investigadores subrayan la complejidad de abordar el autismo idiopático, así como su naturaleza heterogénea, por lo que cualquier avance en este campo debe ser considerado con prudencia".
El potencial terapéutico
Además, señala que "los ensayos clínicos en humanos atraviesan varias fases, demandan una inversión considerable de tiempo y recursos, y deben cumplir estrictamente con las normativas éticas. Por ello, aunque los resultados preliminares sean prometedores, no aseguran la obtención de un tratamiento eficaz ni de aplicación universal".
Como ya hemos comentado, la proteína CPEB4, que está implicada en la regulación de la expresión genética y en la plasticidad sináptica, ha sido objeto de estudio por su posible relación con el autismo. Sin embargo, Autismo España advierte que "las repercusiones de estos estudios aún no están claras. Aunque podrían derivar en terapias personalizadas, el proceso está en una etapa inicial y podría tomar años. Además, no está garantizado que sean útiles para todas las personas con autismo, dada la diversidad del espectro".
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