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La situación de los precios de los carburantes en España es cada vez más preocupante, ya que están al borde de alcanzar niveles críticos que desencadenarían una bonificación de 20 céntimos por litro, una medida que el Gobierno implementó el año pasado.
Aunque oficialmente aún faltan unos céntimos para llegar a ese umbral, en la práctica, ya se han superado en muchas estaciones de servicio.
El diésel se encuentra a solo 10 céntimos de activar esta medida, mientras que la gasolina está a tan solo cuatro céntimos de hacerlo.
Estos números oficiales provienen del Boletín Petrolero, pero en muchas áreas, los precios superan ampliamente los 1,8 euros por litro, que era el nivel de referencia en abril de 2022.
El aumento en los precios de los carburantes se debe a múltiples factores, incluida la escalada de los precios del petróleo en los mercados internacionales y la depreciación del euro frente al dólar, lo que encarece aún más el precio del barril, ya que se cotiza en dólares estadounidenses.
Este contexto de inflación al alza, que ha aumentado en nueve décimas hasta llegar al 3,5 % en septiembre, ha generado preocupación entre los sindicatos, como UGT y CCOO, que exigen transparencia a las autoridades para determinar quiénes están obteniendo beneficios de la inflación a expensas de los trabajadores.
Desafíos y cambios en las ayudas a los carburantes: ¿Qué esperar?
La electricidad y los carburantes son dos de los principales motores del reciente aumento de precios en septiembre.
Estos sectores están dominados por oligopolios que, según Unai Sordo, secretario general de CCOO, han adoptado políticas irresponsables en detrimento del país.
Los sindicatos demandan que el Gobierno, que actualmente se encuentra en funciones, establezca un observatorio de márgenes empresariales para controlar estas prácticas. Sin embargo, a pesar de la creciente inflación, los 20 céntimos de bonificación en los carburantes se reducirán a solo 5 céntimos a partir del 1 de octubre, lo que afectará negativamente a los consumidores.
En 2022, después de la invasión rusa de Ucrania y el aumento abrupto de los precios de los carburantes, el Gobierno implementó una ayuda generalizada, independientemente de los ingresos de los consumidores, para contrarrestar el impacto. Sin embargo, esta medida costosa se eliminó el 1 de enero de 2023. Aunque aún no está claro si el Gobierno prorrogará las medidas de ayuda más allá de enero, desde el Ministerio se insiste en que estas medidas han ayudado a las familias y han contribuido a reducir la inflación a uno de los niveles más bajos de Europa.
La última prórroga de todas las ayudas en marcha hasta el 31 de diciembre costará 9.000 millones de euros, y los nueve meses de bonificación de 20 céntimos en las gasolineras representaron un costo de 4.500 millones de euros para las arcas públicas, según cálculos de AIReF, el supervisor fiscal. El futuro de los precios de los carburantes y las medidas para mitigar su impacto en los consumidores seguirán siendo un tema importante en la agenda económica del país en los próximos meses.
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