Lectura fácil
El daño cerebral adquirido (DCA) es una lesión en el cerebro que ocurre de forma repentina en una persona que previamente no tenía problemas neurológicos. Este daño puede tener diversas causas y suele provocar alteraciones físicas, cognitivas, emocionales o de conducta, dependiendo de la zona afectada del cerebro y de la gravedad del daño.
Principales causas del DCA
- Traumatismos craneoencefálicos (TCE): Lesiones provocadas por accidentes de tráfico, caídas, golpes o agresiones.
- Accidentes cerebrovasculares (ACV): También conocidos como ictus, incluyen hemorragias cerebrales y accidentes isquémicos (falta de riego sanguíneo al cerebro).
- Anoxias o hipoxias cerebrales: Falta de oxígeno en el cerebro debido a ahogamientos, paros cardiorrespiratorios o intoxicaciones.
- Infecciones cerebrales: Enfermedades como meningitis o encefalitis pueden causar inflamación y daño en el cerebro.
- Tumores cerebrales: El crecimiento de masas tumorales en el cerebro o los efectos secundarios de su tratamiento pueden generar daño cerebral.
- Intoxicaciones: Consumo excesivo de sustancias tóxicas o medicamentos.
Síntomas y consecuencias
El daño cerebral adquirido puede manifestarse de distintas maneras, dependiendo de la región cerebral afectada y la severidad del daño:
- Alteraciones físicas: Pérdida de movilidad, parálisis, problemas de coordinación o equilibrio, espasticidad.
- Dificultades cognitivas: Problemas de memoria, atención, lenguaje, planificación o toma de decisiones.
- Alteraciones emocionales y de conducta: Cambios de personalidad, depresión, ansiedad, irritabilidad o falta de control emocional.
- Problemas sensoriales: Dificultades en la visión, audición, percepción del espacio, entre otros.
El Daño Cerebral Adquirido (DCA) afecta profundamente a la vida de quienes lo padecen
Obligando a un 73 % de las personas a abandonar su trabajo debido a las secuelas de la enfermedad, según un estudio presentado en el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Los costos que deben asumir estas personas y sus familias pueden oscilar entre 5.000 y 30.000 euros, afectando principalmente a su estabilidad económica.
Este estudio, realizado por el Observatorio Estatal de Daño Cerebral, revela cómo la enfermedad impacta no solo a nivel físico y psicológico, sino también en la vida laboral y social de los afectados.
Las fases del DCA y sus consecuencias económicas
El informe analiza las tres fases del DCA: aguda, subaguda y crónica, y cómo cada una de ellas genera diferentes demandas económicas. En la fase aguda, el coste se centra en la atención hospitalaria y los gastos derivados del transporte y alojamiento. A medida que la enfermedad progresa hacia la fase subaguda y crónica, los gastos aumentan considerablemente, llegando a superar los 30.000 euros en algunos casos.
La pérdida de ingresos laborales y los costes asociados a la rehabilitación son algunas de las consecuencias más visibles, afectando a las familias de manera profunda.
Medidas para reducir el impacto socioeconómico del DCA
Ante este panorama, las asociaciones como Daño Cerebral Estatal abogan por una mayor inclusión de los servicios de rehabilitación en las carteras de servicios públicos. Es fundamental establecer un sistema de coordinación sociosanitaria que facilite la atención a estos pacientes. Además, proponen fortalecer el rol del asistente personal, que podría mejorar la calidad de vida de los afectados. Para las familias, especialmente las cuidadoras principales, en su mayoría mujeres, es urgente reducir los impactos emocionales, sociales y físicos generados por la enfermedad.
El estudio del Observatorio Estatal de Daño Cerebral resalta la necesidad de adoptar medidas para aliviar estos retos, especialmente a nivel económico y social, asegurando una mejor calidad de vida para las personas con DCA y sus familias.
Añadir nuevo comentario