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El desperdicio de alimentos contribuye al 10 % de las emisiones de gases de efecto invernadero y agrava la desigualdad social. Eroski aborda este problema con su política de Desperdicio Cero, donando alimentos, promoviendo productos locales y ofreciendo descuentos en productos cercanos a la fecha de caducidad para reducir su impacto ambiental y social. Con más de 6,700 toneladas de alimentos salvados anualmente, demuestran un compromiso a largo plazo con la sostenibilidad.
El desperdicio de alimentos afecta al cambio climático y a la desigualdad social
El desperdicio de alimentos no solo contribuye significativamente al cambio climático, sino que también intensifica la brecha de desigualdad social. Eroski aborda este problema de frente con su firme compromiso con la política de Desperdicio Cero, implementando diversas medidas como donaciones a organizaciones sociales, fomento de productos locales y descuentos en artículos cercanos a su fecha de caducidad para fomentar su consumo.
La buena noticia es que la conciencia sobre este tema está en aumento, como lo demuestra la reducción del 6,2 % en el desperdicio de alimentos de los hogares españoles el año pasado. Parece que la mentalidad de consumo responsable, reminiscente de generaciones anteriores que valoraban y aprovechaban al máximo los recursos disponibles, está resurgiendo.
Esta filosofía, respaldada por Eroski, también se refleja en la industria restaurantera y en las redes sociales. Aquí te presentamos algunas de las tendencias emergentes.
Explorando la riqueza gastronómica de Huesca
El restaurante Callizo en Aínsa es un claro ejemplo de cómo enfocarse en productos locales no solo beneficia al medio ambiente, sino que también impulsa la economía local y preserva las tradiciones culturales. Los chefs Josetxo Souto y José Ramón Aso han elevado la cocina local a nuevas alturas con su enfoque tecnoemocional de montaña, donde las técnicas culinarias se ponen al servicio de los productos autóctonos de Sobrarbe. Su menú Tierra y menú Piedras reflejan la esencia del Pirineo aragonés, destacando ingredientes como el azafrán de Laspuña, setas de montaña, trufa de Graus y caza.
Más allá de deleitar a los comensales, la filosofía de Callizo tiene un impacto positivo en los productores locales, una visión compartida con Eroski. La cadena colabora con más de 20.000 productos locales, respaldando a pequeños productores para impulsar su desarrollo y contribuir al vibrante panorama gastronómico de Huesca, así como luchar contra el desperdicio de alimentos.
Descuentos en frutas y verduras para evitar “la selección”
¿Alguna vez dejaste de elegir una fruta por no tener una forma perfecta? Este hábito común contribuye al desperdicio de alimentos, descartando productos que, aunque menos estéticos, son igualmente nutritivos. Eroski aborda este problema ofreciendo descuentos en frutas y verduras menos convencionales, promoviendo su consumo y evitando que terminen en la basura.
Esta tendencia se extiende a otros alimentos, como la carne, donde la preferencia por ciertos cortes conlleva el desperdicio de alimentos de otras partes igualmente valiosas. El chef y carnicero Dario Cecchini aboga por la calidad y el bienestar animal, destacando la ética en la elección de cortes y resaltando la importancia de cocinar cada tipo de carne de manera adecuada para realzar su sabor y textura.
¿Qué es el “Trash Cooking”?
El “Trash Cooking” ha revivido la cocina de aprovechamiento, incorporando partes habitualmente descartadas de los alimentos, como las pieles de vegetales, en recetas creativas. Más allá de ser una práctica sostenible, esta forma de cocinar aporta beneficios al medio ambiente ya la economía familiar, algo que Eroski respalda al ofrecer descuentos en productos cercanos a su fecha de caducidad. Con un toque de imaginación, incluso las sobras pueden convertirse en platos deliciosos, como croquetas o torrijas, celebrando la tradición de aprovechar al máximo los recursos disponibles.
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