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El Everest guarda en su valle y entre sus capas de nieve, grandes cantidades de basura. Por una parte, las fibras de poliéster, acrílico, nailon y polipropileno de los materiales que usan los alpinistas y turistas en general y, por otro lado, los residuos que las expediciones dejan en el campo base y que año tras año, suponen una gran acumulación de basura.
Tras un periodo en el que distintos equipos de expertos han analizado el terreno, las muestras recogidas en el Everest apuntan a desechos procedentes de la ropa de exterior de alto rendimiento que suelen utilizar los escaladores, así como las tiendas de campaña y las cuerdas de escalada que se utilizan en los ascensos.
El Everest está repleto de basura
La montaña más alta del globo terrestre está llena de basura. El Everest se ha convertido en un vertedero por el impacto medioambiental de cada vez más cantidad de turistas y los deshechos que dejan los alpinistas. Nepal se ha propuesto una limpieza masiva: en solo unos días ya han recogido tres toneladas de desechos.
El campo base de esta montaña se ha convertido en un poblado con cientos de personas que, al cabo de los años, han provocado que haya unas 30 toneladas de residuos.
Para poner solución a este despropósito, el Gobierno de Nepal ya ha anunciado una campaña en la que pretenden recoger 10 toneladas en mes y medio.
Expertos analizan la basura que acumula el Everest
Los investigadores apuntan que, las fibras y los plásticos que ahora recogen, podrían haber sido también transportados desde altitudes más bajas por los vientos extremos que impactan regularmente en las laderas más altas de la montaña que se encuentran a 8.440 metros sobre el nivel del mar.
Esta investigación ha sido publicadaen la revista 'One Earth'. El estudio sobre el análisis de los deshechos en este singular terreno ha sido dirigido por investigadores de la Unidad Internacional de Investigación de Basura Marina de la Universidad de Plymouth, que trabajaron junto a expertos de Reino Unido, Estados Unidos y Nepal. La investigación ha sido reforzada por la National Geographic Society y Rolex.
La doctora Imogen Napper, Investigadora y exploradora de National Geographic es la autora principal del estudio. En la publicación sobre las partículas observadas y recogidas en la montaña señala que “los microplásticos son generados por muy diversas vías. Muchos aspectos de nuestra vida diaria pueden llevar a que éstos terminen contaminando el medio ambiente. En los últimos años hemos encontrado microplásticos en muestras recolectadas en todo el planeta, desde el Ártico hasta nuestros ríos y mares profundos. Con eso en mente, encontrar microplásticos cerca de la cima de esta montaña es un recordatorio oportuno de que debemos hacer más para proteger nuestro medio ambiente".
Información que aportan las muestras recogidas en el Everest
Se localizaron 79 fibras microplásticas por litro de nieve. Estas partículas fueron encontradas en el Campamento Base, donde se concentran las expediciones a la cumbre por períodos de hasta 40 días.
Los microplásticos han sido observados también en los Campos 1 y 2 en la ruta de escalada. En este caso, 12 fibras microplásticas por litro de nieve registradas desde el Balcón de la montaña. La experta señala que había muchas cantidades de partículas en los arroyos que bajaban de la montaña al Parque Nacional Sagarmatha. Los científicos argumentaron que esto podría deberse al flujo continuo de agua creado por los glaciares de la región.
Toda la basura recogida corresponde al rastro que han ido dejando los cientos de escaladores, procedentes de distintos países, que cada temporada de primavera ascienden al Everest.
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