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Gallur es un municipio aragonés, situado en la Ribera Alta del Ebro que tiene como provincia a Zaragoza. Dicho lugar cuenta con una historia muy vinculada con el agua.
En este municipio desemboca el río Arba, y en su término municipal se encuentra parte de la presa del embalse de La Loteta. Cuneta con numerosas construcciones estrechamente relacionadas con el agua.
Algunas han sido declaradas Bien de Interés Cultural, como el Canal Imperial, por su navegabilidad y el transporte de mercancías y viajeros en el siglo XVIII, cuando la población de Gallur creció de 1.000 a 2.600 habitantes.
Gallur y su antigüa vinculación con el agua
El Canal Imperial de Gallur dio lugar a un gran cambio en la agricultura, garantizando la extensión del regadío en toda la ribera. Tiempo después, el municipio vivió muy buenas épocas gracias a la industria azucarera, las fabricas de aceite, harineras y papeleras.
Pasando al tema arquitectónico, el municipio zaragozano cuenta con varios puentes muy destacables, como lo es el puente de las arcadas de Hierro sobre el Ebro, pintado de verde y que es icono de la población.
A día de hoy, en el cauce, se pueden observar dos de los machones del puente del ferrocarril que unió la ribera con las Cinco Villas.
Asimismo, podemos encontrar la pasarela diseñada por Daniel Olano, de hierro y pintada en azul, que se sitúa sobre el canal y que además cuenta con un ascensor. Se encarga de unir el centro con la zona de la estación de Adif.
Las fuentes también son símbolo de la historia y de la unión de Gallur con este bien tan indispensable para cada uno de nosotros, el agua.
Fuente del Canal continúa haciendo su labor de reparto del agua, “Los agricultores se reúnen a mediodía para ordenar el riego de las parcelas. Con el regador se acuerda un reparto por orden en la situación del campo, de manera que se haga una buena utilización del recurso y no se desaproveche ni una gota”.
Otras fuentes, como la del Lavadero o la de la Cabeza, entre otras, se encargan de hacer llegar el agua de los manantiales de los cauces subterráneos a las huertas de Gallur.
Hasta la segunda mitad del siglo XX muchas familiar del municipio se dedicaban a la pesca de la anguila. Como las viviendas guardaban en sus bajos un manantial, la conservación del pescado era muy fácil.
Y es que Gallur tiene una sociedad de pescadores que forman una parte muy importante de la historia del lugar. Hoy en día, los concursos de pesca son tradicionales en las fiestas.
“En febrero empieza la temporada con las fiestas de la Cátedra y hasta final de octubre se organizan dos concursos por mes. Carpas, alburnos, algún pez gato y siluros suelen ser las capturas principales. A veces se logran de buen tamaño y se puede sacar un siluro de 12 ó 13 kilos o alguna carpa de 4 ó 5” , explicó Pepe Mateo al Heraldo de Aragón.
Club de piragüismo la Loleta, para conocer rutas fluviales
Este club, formado en los años 90 cuenta con 140 socios. A través del piragüismo pueden disfrutar del Ebro a su paso por la localidad de una forma completamente diferente que desde lo que se aprecia a la orilla.
Realizan descensos hasta Pradilla y Boquiñeni, o desde Novillas. Durante estos mese salen poco, porque esperan a la llegada del buen tiempo.
Gallur, un municipio con historia, y que realiza actividades comprometidas a homenajear todo lo que el agua les ha aportado a lo largo de su evolución.
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