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La accesibilidad no debe ser contemplada sólo como un derecho humano y un elemento clave en la estrategia turística responsable y sostenible del siglo XXI. También, es una gran oportunidad de mercado. El Código Mundial de Ética para el Turismo subraya que el éste debe ser un derecho que debe ser disfrutado por todas las personas, sin obstáculos.
Según el ejecutivo, podemos empezar a pensar en unos días para desconectar y salir fuera de casa. Será julio el mes en que podamos comenzar a movernos y personas de otros países puedan visitarnos, ya sin periodo de cuarentena. Esto querrá decir que han finalizado las fases y el estado de alarma. Manteniendo las medidas de seguridad podremos salir de casa y disfrutar de unos días de descanso y desconexión.
Proyectando un turismo para todas las personas
En este contexto, la accesibilidad universal a los emplazamientos e instalaciones turísticas se convierte no sólo en un derecho básico sino en un elemento diferenciador clave en la elección de un destino, dado que todos seremos demandantes de la accesibilidad universal en algún momento de nuestras vidas.
Desde las Naciones Unidas se calcula que alrededor del 15% de la población mundial, unos 1000 millones de personas, presentan algún tipo de discapacidad. Esta cifra, sin duda, seguirá creciendo debido al envejecimiento de la población en muchas regiones del mundo.
Pensar en un turismo para todos, abordar la estrategia global del diseño y la arquitectura accesible permite desde el minuto uno de una nueva construcción, planificar un espacio de uso y disfrute de todas las personas.
Cuando hablamos de accesibilidad, en ocasiones pensamos que se hace para personas con discapacidad. Si, es cierto, pero es una parte del colectivo. La accesibilidad es positiva para todos; para las personas mayores, para quien lleva el carro de la compra, el carro de un bebé, una persona con limitación visual que necesita información acústica o pictogramas, para quien convive con discapacidad intelectual...
Y todo ello, se puede aplicar al turismo como símbolo de modernidad y bienestar
Durante el periodo de fases, los ayuntamientos deben acelerar lo que no han hecho durante el invierno para que sus emplazamientos estén a pleno rendimiento con la intención de ser usados y disfrutados, y en 2020, de forma segura.
Tradicionalmente, ciudades como Barcelona, Ávila o Málaga, han sido muy valoradas por su entorno accesible. Y seguramente estén preparadas para ofrecer un turismo para todos, ya que lo tienen incorporado en su plan de ciudad. En 2020, muchas de ellas buscan el sello de calidad coronavirus Free. Será un punto a favor para estas ubicaciones, entornos accesibles y libres de COVID-19.
¿Que ocurrirá en 2020 ante la pandemia?
A buen seguro que no será un año para la creatividad e innovación en este sentido, y si hubo una buena experiencia anterior, se repetirá.
Una persona va de vacaciones a disfrutar, si lo pasa mal, seguro que no regresa. Donde has disfrutado y puedes sentirte libre de barreras, seguramente vuelvas.
En un momento donde la balanza económica puede reflejar datos negativos, se hace necesario invertir en accesibilidad, facilitar el libre movimiento y desempeño de quien viene a nuestra localidad, sabiendo, además, que, durante todo el año, ese entorno accesible será óptimo para los empadronados en el lugar.
El turismo debe ser accesible por definición, en caso contrario, podría llamarse de otra manera. Pensando en todos, se creará riqueza y rentabilidad al sector. Será la clave para incorporar un porcentaje de población que no podía salir al no reunir las condiciones. Quizá se elige siempre el mismo sitio al ser accesible. Puede llamarse turismo, aunque algo monótono ¿no crees?
Ahora que pensamos en el turismo, creando estrategias globales, se eliminaría la estacionalidad, habría una mayor contratación durante el año y una distribución positiva de la economía al realizar contratos duraderos y no por temporadas.
Las personas podrían viajar en el momento del año que les apetezca y se evitaría algún muy común en este colectivo, hacer un pequeño estudio de mercado para planificar nuestras vacaciones, minimizando así “los factores sorpresa” ¿Tiene la playa acceso para silla de ruedas? ¿Hay información en pictogramas? ¿Tiene el trasporte urbano sistema de información acústica en las pararas o rampas para silla de ruedas? ¿La carta del restaurante está en Braille? ¿El paseo marítimo tiene bancos para sentarme si me siento cansado?
Algunos datos económicos
En palabras de Francisco Mesonero, director general Fundación Adecco: “los jubilados, entre otros, tienden a viajar fuera de temporada y para ellos la accesibilidad es garantía de seguridad y comodidad. Sin embargo, es significativo cómo 3.342.226 turistas dejan de viajar por ausencia de oferta accesible (discapacidad, tercera edad, acompañantes, etc.), lo que supone una pérdida de competitividad para nuestra economía. Apostar por la accesibilidad permitiría recuperar estos turistas y reducir la estacionalidad, posibilitando la permanencia de puestos de trabajo, el mantenimiento de las cotizaciones salariales y un ahorro en los subsidios de desempleo. Todo ello se traduce en una mayor estabilidad para el sector”.
El fundador y director de la Red de Turismo Accesible, Alejandro López, ha indicado que: "la naturaleza, las áreas protegidas y los espacios abiertos van a ser fundamentales para el nuevo viajero", en detrimento de las aglomeraciones en grandes ciudades.
Ahora bien ¿estarán estos espacios preparados?
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