Lectura fácil
Desde la OCU indican que hay que consumir unos 840 gramos al mes de legumbres. Este tipo de alimento aporta nutrientes muy importantes a nuestro organismos.
El caso, es que muchos no sabíamos que hay ciertos tipos que a la hora de congelarse lo hacen mejor que otros de su misma especie.
En el caso de la congelación, se tienen que tener en cuenta otras circunstancias ajenas o que tienen que ver directamente con su composición.
Las legumbres y su congelación
Por regla general, todas las legumbres se congelan muy bien. Solamente debemos ponerlas en el congelador. Cabe destacar que aquellas más pequeñas, como lentejas o guisantes no tardan mucho en congelarse por su tamaño.
Al ser un alimento crudo y seco, es decir, al no contener casi agua, se congelan rápido y además de manera beneficiosa, porque impiden que las bacterias empiecen a aparecer por sus propiedades.
En este estado puede ser aptas para su consumo durante meses o incluso años. El problema viene cuando se intenta congelar este alimento cuando ya ha sido cocido, o previamente hidratado.
Tipos según su congelación
Las que mejor se congelan son:
- Judías: pintas o verdes.
- Lentejas: incluida su variedad roja.
Las que peor se congelan:
- Garbanzos
- Habas
- Alubias
Debemos tener todo esto en cuenta es importante para congelar bien las legumbres y que duren lo máximo posible.
Legumbres hidratadas
Son los tres tipo de alimento que hemos mencionado antes, pues al congelarlas hidratadas ahorramos tiempo.
Al congelar esos garbanzos que hemos puesto en remojo, es mucho más sencillo descongelarlos para consumir sin esperas, para preparar un plato rápidamente.
Casi todos los tipos de este alimento necesitan estar en remojo el día o la noche anterior, para hidratarse y obtener una buena textura en su cocinado.
Pero si nos sobran o si directamente procedemos con su congelación después de remojarlas, será una buena opción, pero debemos escurrirlas bien para evitar que proliferen las bacterias.
Alimento previamente cocinado
Una vez que hemos cocinado, nos sobra y no queremos desperdiciar comida, pues bien, podremos congelarlas pero teniendo especial cuidado con el agua.
Debemos escurrir varias veces las legumbres cocidas, para conseguir congelarlas con el menor agua posible. Por otro lado, en el caso de los guisos que llevan patata o alguna harina, debemos tener en cuenta que cuando se descongele puede tener una textura un poco bastante desagradable.
Asimismo, la OCU recomienda indicar la fecha de su congelación, y a parte de incidir en escurrir bien esos guisos, debemos tener en cuenta que han de tener una descongelación lenta, para evitar que la textura se vuelva muy pastosa.
El consejo primordial que parte de la OCU y especialistas es congelar las legumbres crudas y secas, y en caso de consumirlas pronto, es mejor hidratarlas.
Añadir nuevo comentario