Los campos deportivos tendrán que decir "adiós" a los microplásticos, pero no al césped artificial

Desde que la Unión Europea sacaba a la luz el nuevo reglamento sobre la prohibición de fabricación y la comercialización de microplásticos entre los miembros de la unión, muchos titulares señalaban el fin de la purpurina y el césped artificial. Y aunque en el primer caso no hay remedio alguno, el segundo dato no es exacto. No será el césped artificial al que los campos deportivos tendrán que renunciar, sino más bien al relleno de caucho que estos llevan, al hacerse con gran cantidad de estos plásticos.

Para mejorar las instalaciones deportivas atendiendo al nuevo Reglamento UE 2023/20255, todos los centros deportivos tendrán 8 años para decirle "adiós" a los microplásticos. Aunque no serán los únicos, pues los parques infantiles públicos también tendrán que readaptar todas las superficies que contengan este caucho. Es muy posible que con esta normativa se busquen alternativas más sostenibles a este tipo de relleno.

Los microplásticos también saldrán de los campos deportivos, pero no el césped artificial

La confusión sobre si el césped artificial debía salir de los campos deportivos hizo saltar algunas alarmas, sobre todo para aquellos que ven este material una atentica ventaja, principalmente por ser mucho más económico que mantener que un césped natural. Sin embargo, desde el Proyecto LIFE T4C, financiado por la Unión Europea, ha aclarado algunas dudas y además ha presentado una serie de alternativas más sostenibles para los microplásticos.

Desde este proyecto, en el que trabajan de forma conjunta tanto investigadores universitarios como empresas, aclararon a través de un comunicado, que los microplásticos prohibidos por el nuevo Reglamento de la UE “son partículas de polímeros sintéticos inferiores a cinco milímetros que son orgánicas, insolubles y resistentes a la degradación. Este tipo de partículas se encuentran presentes en el sustrato de caucho añadido a los campos deportivos de césped artificial, que acaba por liberarse al medio ambiente de forma descontrolada”.

En este sentido, el "material de relleno para su uso en superficies deportivas de césped sintético es el mayor contribuyente en términos de uso de microplásticos en los productos, así como la mayor fuente de emisiones medioambientales”, remarcaron desde el Comité de Evaluación del Riesgo de la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas en un comunicado. Y en este argumento es en el que se han basado para sacar adelante la prohibición.

La alternativa Murciana

El enorme problema que tenemos con el plástico viene de muy lejos y no sorprende a nadie, por lo que desde muchos sectores se lleva tiempo investigando en alternativas para sustituirlos. Así pues, ya en el mes de septiembre, se puso en marcha el Proyecto LIFE T4C, para proponer alternativas a los actuales campos deportivos con relleno de partículas de caucho. Estas alternativas se basan en el Ecolastene, un producto desarrollado por la compañía Green World Compounding (GWC), con sede en Alhama, Murcia.

Este nuevo producto ha sido pensado para tener una menor huella de carbono, desde su fabricación, pasando por su transporte y terminando en su reciclaje. Con un tamaño mayor al del actual relleno de caucho, el Ecolastene no es considerado dentro de la categoría de los microplásticos, por lo que podría ser una alternativa más que válida, como así explica Salvador Navarro, principal responsable del proyecto en GWC.