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Muchos padres requieren de una reducción de jornada laboral para poder atender las necesidades de los más pequeños en casa. Sin embargo, si los peques además cuentan con una discapacidad, la situación se complica, y dependiendo del grado, encontrar espacios de ocio, actividades extraescolares o acceder a los cuidados necesarios, puede llegar a ser una tarea verdaderamente pesa. Pensando en estas situaciones, las familias tienen a su disposición algunos mecanismos de apoyo.
La reducción de jornada laboral es una de las más comunes, pero también existe otro mecanismo conocido como CUME, especialmente pensado para familias que tienen hijos a cargo, que conviven con una discapacidad muy elevada o una enfermedad grabe, que requiere de unos cuidados más intensivos de lo habitual.
Cómo acceder a una reducción de jornada para cuidar de hijos con discapacidad
Todos los padres tienen derecho a solicitar una reducción de jornada para hacerse cargo de los hijos. En el caso de aquellos que además deban cuidar de un menor con diversidad funcional, deberán cumplir algunos requisitos básicos:
- Que el menor tenga menos de 12 años y se acredite un 33 % de discapacidad o superior.
- Esta reducción de jornada oscilará entre el 12,5 % y el 50 % de la jornada diaria. Esto implica tener una reducción de entre 1 a 4 horas.
- En el caso de que el menor tenga una discapacidad elevada o grave, será necesario presentar un informe del Servicio Público de Salud. En estos casos, las familias podrán optar por acogerse al CUME, el subsidio que se facilita por el cuidado de los menores con enfermedades graves o con una alta necesidad de cuidados.
- Por supuesto la solicitud debe realizarse a la empresa, la cual no podrá negarse a facilitar esta reducción de jornada.
Una de las desventajas de la reducción de jornada, es la reducción proporcional en el salario del trabajador que la solicita. En este sentido, muchos padres continúan necesitando de un apoyo extra de la administración. Estos pueden solicitarse a través de diferentes subsidios a la discapacidad, pero también solicitando más espacios de ocio para que los niños con diversidad funcional también puedan disfrutar de actividades extraescolares adaptadas, deporte u otros servicios de cuidados.
Conociendo más a fondo el CUME
El CUME también facilita la reducción de jornada laboral para padres que requieren de tiempo para cuidar de sus hijos con diversidad funcional. Sin embargo, se diferencia en algunos puntos clave. El primero de ellos es que se trata de un subsidio, es decir, el Estado se hará cargo de la reducción salarial que los padres puedan llegar a tener por la reducción laboral. De esta misma forma, también requiere que esa reducción se encuentre entre el 50 % y el 99 %.
Sin embargo, estas ayudas también cuentan con un límite de tiempo. Actualmente, tras la última reforma en julio de este año, esta ayuda podrá llegar a percibirse hasta los 23 del hijo con diversidad funcional, antes solo era hasta los 18, y en el caso de que su situación de salud sea igual o superior al 65 % de discapacidad, se podrá extender hasta los 26 años.
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