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La Comunidad de Madrid ha informado esta semana de que ha renovado un año más el convenio de colaboración con la Fundación Rugby Cisneros para promover la práctica de este deporte entre los menores tutelados que residen en centros de protección de la región.
Según informó el Ejecutivo regional, hasta cinco jóvenes jugarán al rugby gracias a este acuerdo, que, a lo largo de las últimas cuatro temporadas, ha permitido a diez menores de siete centros diferentes integrarse en este proyecto educativo, “que utiliza este deporte de equipo para inculcar valores como el respeto, la responsabilidad y el compromiso”, así como para “ampliar sus relaciones y amistades a través de la práctica deportiva”.
El programa diseñado por la Fundación Rugby Cisneros invita a estos menores a participar en los entrenamientos del equipo. Tras cosechar un mayor conocimiento del deporte y demostrar su actitud (compromiso y respeto) y aptitud (disciplina y esfuerzo) durante un periodo de prueba de seis semanas, son becados para que puedan jugar con el equipo.
El rugby: más que un deporte, un estilo de vida
El rugby es uno de los deportes más antiguos del mundo, caracterizado por la caballerosidad, la inteligencia y la estrategia.
Originario de Inglaterra, actualmente se practica a nivel internacional en todos los continentes, con especial tradición en las Islas Británicas (Escocia, Gales e Irlanda) así como en Francia, Italia, Argentina, Uruguay, Suráfrica, Japón, Australia, Nueva Zelanda (quién no conoce la haka de los All Blacks), Fiyi, Papúa Nueva Guinea, Samoa y Tonga.
El deporte que llegó por la influencia de los franceses es cada día más practicado en España, donde el número de licencias ronda las 40.000. Tal vez no es un deporte que se juegue en el patio de la escuela, ni en los parques entre los grupos de amigos, pero nuevos clubes han aparecido durante los últimos años dando visibilidad a este deporte.
Un deporte de bestias jugado por caballeros.
Esta frase puede llevar a confundir a quien no está familiarizado con este deporte que, por su estilo de juego de 'empujones', muchos prefieren mirarlo desde la grada. Pero cuando te metes en el campo, vives una sensación totalmente contraria. En el rugby no prima la agresividad, en el rugby prima el respeto; por los compañeros y por los rivales, la legalidad, la disciplina, la confianza en los tuyos y el trabajo en equipo, la solidaridad, el esfuerzo y el compromiso.
Por lo tanto, cuando hablamos de rugby no solo hablamos de deporte. Hablamos de tradición, de unidad y de amistad. Hablamos de VALORES inquebrantables.
Y son precisamente esos valores los que busca promover la Fundación Rugby Cisneros con la práctica de este deporte entre los menores tutelados que se encuentran residiendo en centros de protección. Cada jugada, cada touchdown, cada punto que consiguen es un logro inimaginable para ellos.
Tanto la Fundación Rugby Cisneros como la Dirección General de Infancia, Familias y Natalidad han constatado en estos años los beneficios de esta actividad para los menores participantes, ya que mejora su autoestima y el desarrollo de su personalidad y fomenta los valores asociados a la práctica de un deporte de equipo.
Cabe recordar que la Comunidad de Madrid tutela en la actualidad a unos 3.700 menores, de los cuales 1.470 residen en los 102 centros de protección que integran la red.
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