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El vórtice polar es una gran masa de aire frío que gira sobre el Ártico y cambia de tamaño según la estación. Cuando se debilita y sus bordes se expanden hacia el sur, libera ráfagas de aire helado que provocan fuertes olas de frío y nieve en regiones más cálidas. Este fenómeno es seguido de cerca por meteorólogos cada invierno.
Numerosas olas de frío en distintos estados
En las capas altas de la atmósfera sobre el Ártico, una gran masa de aire frío gira en sentido contrario a las agujas del reloj. Este fenómeno, conocido como vórtice polar, se expande y se contrae con el cambio de estaciones.
Cuando sus bordes se debilitan y avanzan hacia el sur, liberan aire gélido que provoca intensas olas de frío en regiones donde este clima es poco común.
A principios de 2024, Norteamérica enfrentó una fuerte ola de frío. Estados como Texas pidieron ahorrar energía para evitar apagones, y en Arkansas se rompieron récords de bajas temperaturas. Canadá también activó alertas por el intenso frío.
Este comportamiento extremo está relacionado con el aumento de temperaturas en el Ártico. Según datos del satélite Aeolus de la Agencia Espacial Europea, el calentamiento repentino del vórtice fue clave en la gran nevada que trajo la tormenta Filomena en 2021.
Aunque se trata de un fenómeno natural conocido, los científicos advierten que el cambio climático podría estar haciéndolo más inestable, generando efectos climáticos más severos.
¿Qué es el vórtice polar ártico?
El vórtice polar ártico es una gran corriente de aire frío que gira constantemente en sentido contrario a las agujas del reloj alrededor del Polo Norte. Su equivalente en el hemisferio sur es el vórtice polar antártico. Durante el verano del hemisferio norte, este vórtice se mantiene más concentrado en el Ártico, pero en invierno sus bordes descienden hacia el sur, permitiendo que el aire helado llegue a regiones más cálidas.
En su límite inferior se encuentra la corriente en chorro polar, un fuerte flujo de aire que viaja de oeste a este. Esta corriente influye directamente en el clima, especialmente en las zonas orientales de Europa y América del Norte, donde se sienten con mayor fuerza sus efectos.
Existen dos tipos de vórtices polares: el troposférico, presente todo el año, y el estratosférico, que solo aparece de otoño a primavera. Cuando el vórtice troposférico se debilita, el aire frío desciende a latitudes más bajas, mientras el aire cálido sube hacia el norte.
La corriente en chorro es impulsada por la diferencia de temperaturas y la rotación de la Tierra. Cuanto mayor es esa diferencia, más veloces son los vientos. Estas corrientes suelen encontrarse a la altitud donde vuelan los aviones, y los pilotos las aprovechan para ahorrar combustible. Sin embargo, cuando se debilitan, permiten que el aire frío del Ártico se desplace hacia el sur, provocando intensas olas de frío.
¿Cómo influye el cambio climático?
El cambio climático está afectando al vórtice polar y sus patrones de comportamiento. Con el aumento de las temperaturas globales, los inviernos se están calentando más rápido que otras estaciones, especialmente en las zonas polares. Este calentamiento más rápido en el Ártico está reduciendo la diferencia de temperaturas entre el Ártico y las latitudes medias, lo que debilita las corrientes de chorro que mantienen el aire frío dentro del círculo polar.
Investigaciones recientes sugieren que este cambio podría hacer que el vórtice polar se vuelva más inestable. Un estudio de 2018 vinculó el aumento de las temperaturas en el Ártico con olas de frío en el este de Estados Unidos, y otro de 2021 indicó que el calentamiento en el Ártico podría alterar aún más el vórtice, provocando un aumento en los episodios de frío extremo hacia el sur.
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