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Los bosques antiguos tienen un papel muy importante en lo que respecta a preservación de ecosistemas, y es que pueden resistir y amortiguar el cambio climático.
Así lo demuestra una investigación de ecólogos que ve en estos árboles antiguos la importancia de su preservación, por lo que presentan una iniciativa para protegerlos.
Muchos de estos árboles pueden llegar a vivir hasta 5.000 años, como los pinos bristlecone de las Montañas Blancas de Estados Unidos.
Estos bosques antiguos actúan como grandes sumideros de carbono
"A pesar de su rareza en los bosques y paisajes culturales, los árboles antiguos contribuyen de manera desproporcionada a la conservación de la biodiversidad, los esfuerzos de restauración forestal y las sociedades humanas", afirman los autores, entre los que se encuentran Gianluca Piovesan, profesor de la Universidad de Tuscia (Italia), y Charles H. Cannon, director del Centro para la Ciencia de los Árboles, en Estados Unidos.
Estos bosques que albergan árboles milenarios pueden recuperarse cuando pasa un extenso tiempo. Aquellas especies que pertenecen a climas templados y tropicales pueden llegar a vivir varios siglos, incluso una parte vive por períodos de tiempo más largos.
Estos ayudan a mantener las redes de hongos subterráneos, conocidos como micorrizas, que actúan en simbiosis con las plantas, proporcionando muchos de los nutrientes que necesitan para sobrevivir.
A su vez, dicha simbiosis ayuda a reducir la seguía en aquellos entornos secos. Es por esto que los bosques antiguos tienen esa importancia en lo que respecta a la planificación de la conservación.
A pesar de ello el ritmo de pérdida de árboles antiguos es muy alarmante, por lo que la investigación se centra en poner en valor su protección con diferentes medidas:
- Propagación y preservación de germoplasma y del tejido meristemático de los árboles antiguos.
- Integración planificada de la protección completa y la repoblación forestal.
"La cartografía y el seguimiento de los bosques antiguos y de los árboles antiguos pueden evaluar directamente la eficacia y la sostenibilidad de las zonas protegidas y su integridad ecológica. Para llevar a cabo este ambicioso proyecto, se necesita una plataforma de seguimiento global, basada en tecnologías avanzadas, junto con contribuciones públicas a través de proyectos científicos comunitarios", refleja el estudio
Las políticas nacionales no están siendo de ayuda con respecto a la protección de los árboles antiguos en las zonas arboladas, como jardines históricos y zonas urbanas y agrícolas
"La actual revisión del Convenio de Diversidad Biológica y el Objetivo de Desarrollo Sostenible 15 de la Agenda 2030 debería incluir el mapeo y control de árboles antiguos como indicadores clave de la efectividad de las áreas protegidas para mantener y restaurar la integridad de los bosques para un futuro sostenible", recomiendan los autores.
"Hacemos un llamamiento a los esfuerzos internacionales para preservar estos centros de diversidad y resiliencia. Se necesita una coalición mundial que utilice tecnologías avanzadas y científicos comunitarios para descubrir, proteger y propagar los bosques y árboles antiguos antes de que desaparezcan", subrayan los investigadores.
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