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Las zonas de playa se convierten en uno de los destinos favoritos para la mayoría de la gente a la hora de disfrutar de unos días de descanso por vacaciones. Si eres de los que en verano dejan a un lado el cuidado de su alimentación, se puede aprovechar la playa para realizar ejercicio al aire libre y quemar las calorías extra de las comidas y cenas.
Nadar en el agua del mar o caminar por la orilla es de lo más aconsejable durante el verano. Por un lado, los paseos por la arena de la playa fomentarán la musculatura, mientras que nadar entre las olas es lo mejor para mover todo el cuerpo y quemar también calorías.
¿Quién no ha caminado en la playa?
Ese agradable paseo sintiendo la libertad de los pies descalzos sobre la arena, con el viento soplando de cara y escuchando el sonido de las olas con la mirada puesta en el horizonte puede ser un momento maravilloso. Un momento de conexión con la naturaleza. Pero no hay que desdeñar también su poder para hacer que nos movamos un poco.
Esto dependerá siempre de varios factores y no solo del tiempo que camines, como pueden ser tu peso o la velocidad. Si hablamos de un paso continuo y una velocidad media lograremos quemar entre 200 y 300 calorías por hora, lo que equivale caminar a un ritmo aproximado de 5 km/hora.
Andar por la orilla de la playa y sobre la arena quema muchas más calorías que cuando se camina por una superficie plana y rígida.
A la hora de caminar a un ritmo elevado por la playa podemos quemar alrededor de 300-450 calorías en 30 minutos. Además, la arena mojada y suave actúa como un amortiguador natural, por lo que se puede andar o correr todo lo que se quiera sobre ella sin tener que preocuparse por el impacto y el consecuente dolor que pueda producirse en articulaciones como las caderas o sobre todo las rodillas, que suelen lesionarse con facilidad al correr por el campo o por el pavimento duro.
Pero eso no es todo. Más allá de ser un ejercicio de lo más efectivo para quemar grasas y en definitiva, estar en forma y adelgazar fácilmente, andar en la playa tiene muchos más beneficios para la salud de los que podrías imaginarte.
Según la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) caminar en la playa es algo muy positivo para el sistema nervioso
Este paseo disminuye la ansiedad y el estrés, mejora los vínculos sociales y la autoestima, es más, reduce la posible tensión que podamos tener acumulada en el cuerpo. Esta actividad también es efectiva para acabar con problemas vasculares y circulatorios como las varices, la hinchazón de tobillos o los edemas en las piernas, ya que la irregularidad de la arena hace que al pisar sobre ella, la sangre de nuestras extremidades inferiores circule mejor.
La sal y otros minerales del agua del mar también exfoliarán tus pies y tus piernas, que estarán mucho más suaves después de la caminata.
Un ejercicio, en definitiva, que solo tiene ventajas y que puede realizar todo el mundo, independientemente de cual sea su condición física.
Calorías que se queman al nadar en el mar
Nadar es una de las actividades más recomendables para trabajar y mover todo el cuerpo, incluso, cuando se sufren dolores o lesiones de espalda. Además, practicar este ejercicio en la playa supondrá una dificultad añadida por las olas y la corriente del mar.
Así, nadar durante alrededor de una hora, en términos generales, hará que se quemen alrededor de unas 500 o 600 calorías, aunque esta cifra también dependerá de cada persona, la intensidad del ejercicio, los descansos que se hagan...
Así que ya sabes… si este verano vas a la playa, date un paseo por la orilla antes o después del baño. Cogerás color y de paso mejorarás tu salud casi sin darte cuenta.
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