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Manos Unidas destacó que los humanos son la única especie con el poder de impactar el planeta y detener el cambio climático. Esto es especialmente crítico para los 735 millones de personas que padecen hambre, agravado por la emergencia climática. En Madrid, durante la presentación de su nueva campaña, la organización católica resaltó cómo las poblaciones más vulnerables son las más afectadas por estos cambios.
Manos Unidas insiste en la importancia del ser humano para salvar al planeta
Manos Unidas hizo hincapié en que los seres humanos son la única especie con la capacidad de alterar el curso del planeta y detener el cambio climático, una situación que golpea con especial fuerza a los 735 millones de personas que padecen hambre en medio de esta emergencia ambiental.
Durante la presentación en Madrid de su nueva campaña, la organización católica resaltó que las poblaciones más vulnerables son las que sufren de manera más intensa los impactos del cambio climático.
Para evaluar la percepción de la sociedad española sobre esta realidad, Manos Unidas compartió los resultados de una encuesta realizada a jóvenes sobre la justicia climática. Solo uno de cada diez tiene una comprensión clara de este concepto, aunque el 75 % de los españoles entre 18 y 42 años reconoce la realidad de la crisis climática. Además, seis de cada diez creen que esta crisis agrava la desigualdad mundial.
Durante el evento, la presidenta de Manos Unidas, Cecilia Pilar, explicó que la campaña anual de 2024 se centra en la falta de cuidado del medio ambiente, que afecta principalmente a millones de personas en países desfavorecidos que poco o nada han contribuido a esta situación.
"Maltratamos sin piedad y con gran ingratitud como si hubiera un recambio que no existe", lamentó, denunciando que los países ricos tienen una "deuda" con los países del sur, cuyas poblaciones son las menos beneficiadas por la producción.
Una lucha constante contra el hambre y el cambio climático
Pilar considera al Papa como una voz fundamental en la lucha contra el maltrato al planeta, una problemática que Manos Unidas detecta en más de 50 países de África, Asia y América, donde la organización trabaja en proyectos que defienden los derechos humanos fundamentales, como el acceso a la alimentación, agua limpia, salud y una vida digna. Para Pilar, estas personas sufren a causa de la codicia despiadada de otros que ponen en riesgo sus vidas.
Con el fin de ayudar a estas comunidades, Manos Unidas destina 4,5 millones de euros a proyectos relacionados con el agua y el medio ambiente. Estos proyectos abordan problemas como la deforestación, el uso de energías renovables, y la educación ambiental, con el objetivo de evitar que las poblaciones autóctonas se vean obligadas a migrar debido a la degradación ambiental.
Durante la presentación de la campaña, también compartieron sus testimonios la misionera María Soledad Villigua, quien habló sobre el impacto devastador de la sequía en la región de Turkana, Kenia, y el abogado hondureño Donald Hernández, defensor de derechos humanos, quien describió los efectos nocivos de la crisis climática causada por la explotación minera, la agricultura monocultivo y las políticas energéticas en Honduras.
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