Mantequilla vs margarina: ¿Cuál es más saludable?

La margarina fue desarrollada como una alternativa más económica a la mantequilla en el siglo XIX. Fue creada por el químico francés Hippolyte Mège-Mouriès a partir de una emulsión de grasa de vacuno, caseína y agua.

Sin embargo, las dudas siguen presentes en la actualidad, ya que muchos se decantan más por una opción o por otra, en función de distintos factores, opiniones y gustos. Veamos, a continuación, cuál es la más recomendada y sus motivos según los expertos.

¿Mantequilla o margarina?

En la actualidad, tanto la margarina como la mantequilla se han convertido en productos alimentarios esenciales para muchas personas, ya sea para hacer unas tostadas, un postre o incluso para acompañar con otros alimentos. Sin embargo, existen muchas dudas ante su consumo, ya que muchos expertos aconsejan una y recomiendan otra. 

A continuación, vamos a observar qué componentes contiene cada producto y por qué una es más recomendable que la otra. 

El proceso de hidrogenación también puede generar grasas trans, que son consideradas menos saludables que las grasas saturadas presentes en la mantequilla. Sin embargo, en los últimos años ha habido avances en la tecnología de fabricación de margarinas, lo que ha permitido la producción de productos bajos en grasas trans y más saludables. 

En cuanto a la elección entre mantequilla y margarina, es importante considerar varios factores. La mantequilla es una fuente natural de grasas saturadas y contiene colesterol, por lo que debe consumirse con moderación.  

Por otro lado, algunas margarinas pueden contener grasas trans o ingredientes artificiales, por lo que es importante leer las etiquetas de los productos y optar por margarinas que sean bajas en grasas trans y preferiblemente hechas con aceites vegetales saludables. 

Similitudes y diferencias de estos productos 

La mantequilla contiene nutrientes como calcio, fósforo, magnesio y vitaminas A y E en cantidades mayores que las margarinas tradicionales. Sin embargo, en términos de perfil graso, la margarina tiene menos grasa saturada y no contiene colesterol.  

Sustituir las grasas saturadas por grasas mono y poliinsaturadas puede ayudar a reducir el colesterol total y el colesterol LDL (considerado como "malo"). Aunque no hay evidencia sólida de que consumir margarina en lugar de mantequilla disminuya el riesgo de enfermedades cardiovasculares.  

En última instancia, la elección entre mantequilla y margarina debe basarse en las preferencias personales y las necesidades dietéticas individuales.

¿De dónde viene la mala fama de las margarinas? 

Durante las décadas de 1970 y 1980, las margarinas ganaron una mala reputación debido a su alto contenido de grasas trans, que posteriormente se relacionaron con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.

En ese momento, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ya había advertido sobre los riesgos para la salud del consumo en exceso de grasas saturadas, que son abundantes en la mantequilla y algunas margarinas.

Las sociedades de nutrición españolas también han publicado documentos de consenso que aconsejan limitar el consumo de grasas saturadas y trans. Esto contribuyó a la reputación negativa de las margarinas como productos perjudiciales para la salud.

En respuesta a esta preocupación, las autoridades en Europa y otros países han actualizado las regulaciones para limitar el contenido de grasas trans en los alimentos.

Diversos estudios realizados por la agencia española de Seguridad Alimentaria y Nutrición muestran una disminución significativa en el contenido de estas grasas en la mayoría de los alimentos procesados a lo largo del tiempo.