Lenguaje de cubiertos en la mesa: mensajes que transmitimos

Los cubiertos son aquellos utensilios de formas variadas que utilizamos para comer. Algunos van destinados a unas comidas en concreto y otros se pueden usar para casi todo.

El orden para utilizarlos para comer es de fuera hacia dentro, ya lo dijeron en la película Titanic. Lo que a lo mejor se nos escapa, es el tipo de lenguaje que transmitimos con ellos.

Y si, mientras comes o acabas para pasar al segundo plato, estás transmitiendo un claro mensaje al restaurante, con la forma de colocar tus tenedores.

Lo que transmite el lenguaje de los cubiertos

Y es que, dependiendo en la posición en la que dejes los cubiertos sobre el plato cuando comes fuera de casa, podemos dejar hasta cinco mensajes diferentes a los camareros.

Esta claro, que durante el día a día, solemos dejar los tenedores como nos parece, sin fijarnos en estos detalles al terminar de comer.

Pero si conocemos este lenguaje de mundo hostelero, puede que hayamos tenido en cuenta el matiz de la posición de los cubiertos cuando terminamos de comer.

• En caso de haber terminado, los tenedores deben colocarse de forma perpendicular a la mesa, y sin que el mango toque la misma, además de estar paralelos, similar a como dejaríamos los palillos chinos antes de empezar a comer, pero sobre el plato.

• Si durante la comida nos encontramos haciendo una pausa, y buscamos hacer un hueco en nuestro estómago, los cubiertos se situarán sobre el plato, sin que los mangos toquen el mantel, en un angulo de 90 º formado por la punta del tenedor y del cuchillo.

• En caso de querer pasar ya al siguiente plato sin palabras, los debemos de posicionar cruzados en medio del plato, como una cruz, haya o no comida en nuestras mesas.

• Uno de los mensajes que más gusta al mundo de la hostelería es aquel que indica que el comensal ha quedado altamente satisfecho con la comida, y para hacérselo saber sin utilizar palabras, los cubiertos se deben colocar en paralelo entre ellos, al borde de la mesa, de manera horizontal.

• También esta el mensaje que indica que al comensal no le ha gustado nada la comida, y aunque menos agradable, esta es una forma educada de transmitirla al restaurante. Colocando los cubiertos como cuando indicamos que estamos en pausa, pero esta vez, metiendo la punta del cuchillo entre los dientes del tenedor.

Un lenguaje bastante peculiar

De esta forma, podemos dejar claro al restaurante nuestras elecciones al respecto del ritmo de la comida o si hemos disfrutado o no de los platos.

Nunca hubiéramos imaginado como los cubiertos también podrían servir para transmitir aquello que nos gustaría decir sin necesidad de palabras.